Cada vez que la selección peruana de futbol sale a jugar como favorito es cuando realiza el peor de los partidos. Quedo demostrado ayer con el empate 2 a 2 con Bolivia. Es verdad que aún son partidos de práctica, en la cual se están ensayando tácticas y estrategias, así como viendo el desempeño de cada uno de los jugadores.
Una cosa es jugar de local y otra de visitante. El tipo de juego propuesto hasta ahora por Markarián es para afrontar los encuentros de visitante y no hay duda alguna que han dado resultados, pero cuando se ha tenido que jugar ofensivamente se ha quedado en deuda. El equipo no funciona.
Es comprensible la alegría que ha causado este equipo al frente del Mago y no podemos quitarle ese entusiasmo, pero tampoco hay que cubrir los errores que se presentan. Lo que se tiene que resaltar de este proceso son los “micro ciclos” en la cual se le ha dado oportunidad a jugadores que en otras circunstancias no hubiesen podido mostrarse. Unos han sabido sacar provecho y otros no.
Yo siento confianza en esta selección para cuando juegue de visitante. Existe una línea defensiva consistente y segura, un pasador de pelota capaz de abrir un panorama favorable para el ingreso de los delanteros que son rápidos y eficientes. Solo nos falta una volante de contención que esté concentrado los 90 minutos de juego. Yo no estoy de acuerdo en que Balbín, Ballón y el mismo Aguirre estén en esta selección, pues, se ha comprobado que hacen lento el juego del equipo con sus pases hacia atrás y esos pelotazos a cualquier lado.
De local persisten las dudas y grandes dudas. No podemos depender de los referentes como Vargas, Farfán, Guerrero o Pizarro. Se necesita un creador con ideas y criterio para alimentar a estos jugadores, no existe, entonces recurramos a los volantes de contención, en la recuperación rápida de la pelota y a la velocidad inmediata en salida. Ayer Bolivia nos desnudó y sacó a la luz nuestros errores. Puso un equipo corto y cerró todos los caminos posibles de ataque. Pizarro tuvo que salir del área a recibir el balón y lo peor de espaldas al arco por que no hubo jugador alguno que lo alimentara. Con el ingreso de Corzo hubo otra interpretación del partido pues se juntó con Farfán y el partido se hizo más rápido, lástima que faltó la definición. Es exasperante y desesperante ver a Balbin, Revoredo, Aguirre jugar hacia atrás y en forma displicente al mismo Lobatón. Tenemos marcadores capaces de proyectarse y sumarse a la ofensiva. Esperemos que para el encuentro con Paraguay las cosas sean diferentes y veamos a una selección peruana ganadora rumbo al mundial 2014 en Brasil.
18:22
Unknown

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