El hombre que mas apasionamientos en pro y en contra despierta, es Alan Garcia Pérez, 2 veces presidente del Perú. Nuevamente el Gran Circo en el que se ha convertido el Congreso, iniciará una caza de brujas no importándole lo bueno de muchas de las obras realizadas en el anterior gobierno. Aqui lo que se busca es desaparecer un eventual y seguro rival para las elecciones del 2016 y a un hombre que pueda liderar una oposición,que en este momento se encuentra desmembrada y sin un rumbo fijo.
El objetivo es desprestigiar no las obras sino a la persona. Es enlodar a como de lugar todo lo obrado, relacionando la función malhecha del último funcionario con Alan Garcia. Todo acto de corrupción es atribuido al expresidente. No interesa si ha estado involucrado un presidente regional o un secretario de juzgado, lo único que vale, es que se pruebe que fue Alan Garcia el propulsor de ese acto de corrupción, a la buena o a la mala.
El Congreso esta lleno de mediocres que viven con grandes odios dentro de su alma, que envidia el éxito de otras personas y que con mucho gusto se prestan a ser los perros de caza de políticos arribistas.Uno de ellos es Benitez, abogado de segunda y discipulo de la escuela de Olivera. Tiene una obsesión con Garcia desde que surge como uno de los politicastros de esta sociedad. Ahora es otro ádleter de Humala, es el nuevo payaso de este circo, por lo tanto tiene todos los caminos abiertos para ofender las honras de gente honesta a su gusto con el fin de llegar a derribar a Alan Garcia. El tiempo de investigación es de un año, suficiente para hacer todo el daño posible. Pero con lo que no cuenta éste esbirro, es que al frente tiene a un hombre que ha luchado durante 21 años contra gente como él, que trataba de involucrarlo en todo acto corrupto y que lo único que sacó es fugar del país pues, el corrupto fue el investigador. Ese es el juego de la democracia, todos tienen el derecho de investigar al anterior presidente, aunque sea para enlodar las honras de las personas.
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